La tarde zarpa en lamentos
de un entrañable yo
al que aún develo;
vestigios del naufragio
con que incinero el duelo de mis muertos.
-Recuerdas?
Sobrevives la sed
de un bálsamo eficaz
al castigo del fruto prohibido
y la ortiga insidiosa de un pretexto-.
II
En la bondad del tiempo
se fragmenta lo ilusorio de los dramas
y equitativamente se distribuye la carga de amargo pan
entre otros yos sedientos.
III
-No sólo de drama vive el hombre,
quien crea sus mares y otros mundos
divide tierra firme y sus refugios
del severo va y ven
de la mano del todopoderoso.
IV
-No hay luz tras las grietas del infierno
ni purgatorio terrenal insuficiente
y la angustia en la herida inconsolable
desata en la cordura tempestades.-
V
No es esta angustia propia de los parias
no es esta mi catarsis
ó esta mi redención,
que fabula alacranes en tordos.
no soy yo quien subyuga esa luz
que suplica un bálsamo efectivo a la herida de ser
y saber del dolor y sus formas.
No soy yo de este yo que sepulta una paz
que se exime entre sombras.
VI
Para que anclar razones de un naufragio?
Si al diluir las lagrimas en odio
no se apresura el viaje al más allá
agradecidos por la impermanencia.
VII
La noche ancló en su refugio
el silencio en el que el prodigio creativo
surge en su vocación
de alumbrar algún preso en sus delirios
bajo la luz artificial de la razón
la certeza del alba.
miércoles, julio 15, 2009
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario