miércoles, julio 15, 2009

Certeza del alba

La tarde zarpa en lamentos

de un entrañable yo

al que aún develo;

vestigios del naufragio

con que incinero el duelo de mis muertos.


-Recuerdas?


Sobrevives la sed

de un bálsamo eficaz

al castigo del fruto prohibido

y la ortiga insidiosa de un pretexto-.






II


En la bondad del tiempo

se fragmenta lo ilusorio de los dramas

y equitativamente se distribuye la carga de amargo pan

entre otros yos sedientos.






III





-No sólo de drama vive el hombre,

quien crea sus mares y otros mundos

divide tierra firme y sus refugios

del severo va y ven

de la mano del todopoderoso.





IV



-No hay luz tras las grietas del infierno

ni purgatorio terrenal insuficiente

y la angustia en la herida inconsolable

desata en la cordura tempestades.-





V



No es esta angustia propia de los parias

no es esta mi catarsis

ó esta mi redención,

que fabula alacranes en tordos.

no soy yo quien subyuga esa luz

que suplica un bálsamo efectivo a la herida de ser

y saber del dolor y sus formas.


No soy yo de este yo que sepulta una paz

que se exime entre sombras.





VI




Para que anclar razones de un naufragio?

Si al diluir las lagrimas en odio

no se apresura el viaje al más allá

agradecidos por la impermanencia.





VII



La noche ancló en su refugio

el silencio en el que el prodigio creativo

surge en su vocación

de alumbrar algún preso en sus delirios

bajo la luz artificial de la razón

la certeza del alba.

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